Nervios de nueva cuenta...
Ya les contaré al final del relato. Para todos aquellos que han visitado la página habrán visto que el título original de la entrada era uno diferente, decidí cambiarlo por que analicé mejor las cosas, pero aunque suena un poco drástico ya entenderán. UNA DISCULPA PÚBLICA A MANUEL, pues lleva días entrando al blog esperando por esta entrada pero hasta ahora la escribo. Sorry, no venía la inspiración. Además don Manuel, ¿para qué escribir los días que no son interesantes?, mejor nos esperamos a los buenos.
Pues bien, el sábado la estación de radio por internet www.blueradio.com.mx cumplió 8 meses de transmisiones "ininterrumpidas" al aire. Como era de esperarse hubo una celebración al respecto, pero de eso también hablaremos más tarde, por ahora empecemos por el principio. Hace 8 meses y algunos días, el 19 de Febrero para ser exactos, Blue Radio lanzó su primera emisión con un locutor al aire. Ya llevaba más de un mes con música continua pero no con programación. Las ideas iniciaron desde diciembre del año anterior y a principios de enero Elena, Martín y yo nos quebrábamos la cabeza pensando en los gustos del público y la programación, eso sin mencionar el acondicionamiento de la oficina y la costrucción de una cabina que ahora es inservible.
Comenzamos solos y completamente locos, de 8 a 2 y de 4 a 12 de la noche. No teníamos locutores, nosotros nos turnábamos poco a poco. Por el tiempo que ya llevábamos al aire con música, algunas personas se sorprendieron al escuchar las voces y comenzaron a escribir al messenger pidiendo canciones o mandando saludos. Ellos mismos atrajeron más gente y en poco tiempo teníamos muy buena aceptación en el público. Tiempo después vino la estrategia de márketing en la que ibamos a hacer promoción a las escuelas, poníamos lonas y Suburbia nos dio espacio para dos lonas espectaculares que se apreciaban desde el boulevard principal de la ciudad. En fin, todo marchaba sobre ruedas fuera de la radio, por dentro las cosas eran diferentes.
Mi relación con Martín no era la mejor y ya habíamos discutido muchas veces antes de abrir la estación. Con Elena las cosas eran diferentes, era una niña paciente, comprensiva y alegre. Sé que a ellos no les agradará este relato pero no hay nada mejor que decir la verdad. Varias veces más discutí con Martín por hablar de mi a mi espalda, lo peor del caso es que yo lo escuché varias veces, nadie me lo contó. Fueron discuciones fuertes, muy fuertes, en las que Elena tuvo que interferir, digo, no es que fueramos a llegar a los golpes porque eso también sería una exageración pero pues era ella quién ponía fin a la discución.
Con el tiempo los tres fuimos cambiando, yo me relajé un poco más, al fin y al cabo aprendes a convivir con la gente y encontré el modo de estar tantas horas con Martín sin estar discutiendo todo el día, él seguía hablando de mi pero ya no me importaba. Elena por su parte se volvió más exigente pero ninguno de los dos hacía un poco por ayudarme. No digo que yo hiciera todo, cada uno tenía designada un área; Martín las ventas, Elena la administración y diseño y yo, ese era el problema, tenía a mi cargo la producción, diseño de la página, actualizaciones de la página, la post-producción de spots, entradas y salidas de programación, a veces operar a los locutores y cuando hubo trabajo de video, la edición de los mismos. Era obvio que en lugar de avanzar me atrasaba con el trabajo, nunca podía terminar (Aclaremos también que los tres holgazaneabamos de vez en cuando). Y los problemas comenzaron una vez más, pues en vez de ayudarme con la carga, me presionaban para que terminara todo hasta que un día exploté y se los dije, ya no aguantaba la presión, decidí salirme a sólo 3 meses de iniciar.
Ambos hablaron conmigo, prometieron cambiar, apoyarme en las labores y gracias a Dios no presionar más. Lo cumplieron. Pronto nuevos locutores llegaron a nosotros, todos con las mismas ganas de ser escuchados, de conocer gente, de divertirse y jugar a ser famosos, todos nos divertíamos y lo más importante es que lo hacían por gusto, por que de verdad querían hacerlo, sin recibir un sólo centavo por que no podíamos pagarlo. Grades amigos llegaron a mi vida, Karina Matus, Karina Ovilla, Manuel, ellos en un principio, después conocí a Rodrigo, a Katy y disfruté ser parte y creador del proyecto. Después llegaron Gibrán, Luis Ángel, Marissa, Mika, Iver y más personas que llenaron de sal y pimienta mi vida, pero que entre los socios volvia a ser una locura. Elena se volvió un poco más exigente con los locutores, exigencias que a veces consideré de más y se los dije, pero decían que era necesario.
Siguieron pasando los meses y una fuerte crisis económica me hizo renunciar (por segunda vez). Tenía que buscar otro empleo, uno que me ofreciera ingresos más pronto. Esa vez lloré... me dolía mucho dejar eso que ahora amaba, un proyecto que era mío y que hacía felices a muchas personas que lo escuchaba, me dolía dejar a las personas maravillosas que conocí ahí, me dolía dejar algo mío. Ellos lo comprendieron, me saldría medio tiempo y trataría de trabajar en otro lado por las mañanas. Entregué solicitudes y curriculums en diferentes lugares, ninguno surtió efecto, unas semanas después olvidé la idea de salir, las cosas en mi casa mejoraron.
Fue el turno de Martín, se había cansado y dado por vencido pues era desgastante ir con infinidad de clientes y que todos dijerna un rotundo "NO", esa vez Elena y yo lo disuadimos. Ella fue la única que no tiró la toalla o que ni siquiera hizo el intento de tirarla, pero creo que eso también fue contraproducente. Su exigencia llegó al grado de convertirse en imprudencia y prepotencia, o al menos eso me parecía. El punto más desagradable de esos meses fue el 5 de agosto.
Yo no había podido asistir a una junta en el Camino Real el día 5 de agosto para el sorteo de stands que se pondrían el día 6 para el Fashion Show de Oscar Michel, un diseñador. Por la noche recibí un mensaje que literalmente decía "Mañana a las 8:30 en el Camino Real, llevas tus cosas y otras más para arreglar el stand" - Perdón pero ¿eso era una orden?, perdón si no era así pero a mi me molestó en el momento, era la una de la mañana del día en que había que llevar las cosas ¿y qué tal que no tenía nada para rreglar?, enojado llamé a Elena, no me importó la hora. -"Es que como no llamaste para preguntar, por eso te aviso así..." - ¡Por Dios!, cada vez que yo tenía algo que hacer y que ellos no iban, yo los llamaba y los ponía al tanto, era lo primero que hacía, era lo mínimo que podía esperar que mis socios hicieran por mí si yo no había podido ir.
Le aclaré que no podría llegar a la hora acordada por que tenía que llevar a mi hermana a su trabajo y que vería que llevaba. -- Al día siguiente llegué a las 9:30, venía con muchas cosas en la mano, unas bocinas entre ellas. Ambos levantaron la vista y regresaron a lo que estaban haciendo sin siquiera un "hola" o "¿necesitas ayuda?", nada, fue como si yo no hubiera llegado. Como pude dejé mis cosas, esperé unos segundos pero me siguieron ignorando, por fin pregunté que faltaba por hacer, Martín se acercó a mi con una lista de cosas y me explicó una por una, cuando me disponía a ir a imprimir uno de los pendientes de la lista, Elena se levantó y me dijo "¡No!, vamos a ir Martín y yo", tomó la memoria USB y salió, Martín fue detrás de ella. Me senté y comencé con la transmisión de la radio, eso fue a las 10 am.
A las 12 recibí una llamada de Martín, queria que llamara a mi casa y pidiera que prepararan mi cámara de video, pasarían por ella. Llamé, y pedí a mi mamá que nos hiciera de favor algo de comer a los 3, que no regresaríamos hasta las 12 de la noche, dijo que si. Ellos regresaron como 2:30 de la tarde y Elena dijo que tenía hambre. Le dije que mi mamá nos había mandado de comer unos sandwiches para los 3 y su respuesta fue "ahh..." con una mala mueca. - "Si no quieres sandwiches podemos comer otra cosa"- le dije - "no, no, es sólo que creo que no va a alcanzar" - "Si quieres podemos comprar algo nada más para acompañar" - "si... bueno, es que a mi se me antoja Pollo Campero" - "Compremos pollo y comemos eso" - "Ok, Martín y yo lo compramos, ahorita venimos" - Y se fueron sin chistar.
4 de la tarde. Ambos regresaron con una cajita y me la entregaron, yo no había desayunado y me moría de habmbre, abrí la caja y me quedé boquiabierto. Adentro había un ala de pollo y un refresco de lata. Les pregunté que dónde estaba lo de ellos, su respuesta fue "YA COMIMOS..." Me aguanté el coraje y me dispuse a comer, Martín volteó a verme con cara de asco y preguntó "¿Aquí vas a comer?" - "¿Pues dónde quieres que coma?, ¡!WEY!", no dijo más, se fue hacia el stand.
Muchas cosas más pasaron ese día que prefiero no recordar a detalle, Elena trató mal a algunos locutores y su prepotencia llegó hasta mi dándome órdenes. Sin mencionar que me dejaron grabando el evento sólo y con 2 cámaras, que de no ser por Manuel no habría podido sólo. Esa noche, al final de un largo día de enojos y disgustos, Martín se acercó a mi y me dijo "Oye, estábamos pensando con Elena que mañana entráramos a las 10 am", Esa frase "Estábamos pensando con Elena" es que ya habían tomado la decisión, llevaban meses hacíendolo, tomando decisiones sin consultarme y se suponía que era sociedad. "No sé Martín" contesté - "¡¿No sabes?!, ¡¿quieres entrar a las 9?!" - "No Martín, no se si vaya a llegar, es más si voy a llegar pero tarde, muy tarde y por mis cosas, hoy definitivamente renuncio". En ese instante, Manuel me llamó por que decía que había un problema con la cámara, fui hacia él. Por su lado, Martín corrió con Elena y le contó lo sucedido, ella me preguntó que había pasado, le pedí que hablaramos mañana "estoy muy enojado y no quiero decir cosas que no siento o no quiero decir" - "¿Ah si?, pues si se trata de decir, nosotros también tenemos muchas cosas que decirte" - "ok Elena, perfecto, pero mañana, hoy no quiero saber nada más" - Tomé mis cosas y me fui.
Al día siguiente llegué a las 11 am, no había programa, habían pedido a Rafa Ornelas, el locutor de 10 a 12 que no llegara para que pudieramos hablar a gusto. La noche anterior mi mamá me esperó cuando llegué, le expliqué la situación y me dio su apoyo, estaba tranquilo. Hablé con ellos con serenidad, expliqué mis motivos; ACTITUD, lo remarqué varias veces, era un problema de actitud, no me gustaba la forma en que trataban y siguen tratando a los locutores, la forma que tienen de dar órdenes, hay que saber ser lider, muchas veces muchos locutores se quejaron de ellos conmigo y lo peor es que Martín y Elena lo sabía, pero nunca hicieron nada por remediarlo, sólo decían "¿que tienes tú que les caes bien y nosotros mal?". Hablé como por 20 minutos, ninguno de los dos dijo nada, estuvieron todo el tiempo con la cabeza agachada. Sólo al final pidieron que lo pensara bien, que se podía arreglar, pero yo ya no quería, tomé parte de mis cosas y me fui. En la tarde fui por mi escritorio y todo lo que faltaba y en la noche hablamos de dinero.
Esa noche dormí tranquilo, muy tranquilo, más de lo que había dormido en 5 meses de estar pensando en verles la cara todo el día otra vez... - NO TERMINAMOS MAL, eso hay que dejarlo en claro, las diferencias siempre fueron laborales, más no como compañeros y amigos, yo les ofrecí mi ayuda en lo que pudiera y lo sigo haciendo, creo que fue lo más sano que pude haber hecho, como les dije "Muchachos, prefiero decirles hoy -me voy-, a después decirles -¡Váyanse a la chingada!-", así que seguimos siendo amigos, pero para mi, fue el fin de 5 terribles meses.
El 19 de octubre la radio cumplió 8 meses. Es triste ver que de los locutores que iniciaron sólo quedan unos pocos, los que se hicieron y nos hicimos amigos, pero todos los demás han sido suplantados. el Sábado 20 se hizo una reunión en casa de un nuevo locutor. Hacía un mes que no veía a mis amigos. Manuel literalmente se avalanzó hacia mi y me abrazó, fue padrísimo ese recibimiento, es un super amigo al que amo, Karina ya me había abrazado y me dijo "hay amigo, te extrañaba más de lo que podría haberme imaginado", una frase que siempre llevaré en el corazón y Gibrán "bienvenido Ramoncillo, la bandera te extrañaba" y también me dio un sentido abrazo.
Platicamos mucho tiempo y después de algunas cervecitas era hora de partir, ellos tres se fueron a otra fiesta, yo en cambio por problemas con la ley (jajajaja ya les contaré) me tuve que ir a mi casa.
Así que ya saben, FELICES 8 MESES DE TRANSMISIÓN, infelices 5 meses que pasé con tanta presión y FELICES 3 meses de libertad y de noviazgo... bueno, esa es harina de otro costal.
Ahora son las 2 de la mañana exactamente y los nervios que mencioné al principio es por que presentaré un examen oral para ingresar a un curso-taller de cine en ¡Londres!, tengo que hablar en punto de las 4 de la mañana así que deseenme suerte, que mi inglés lo va a necesitar.
SALUDOS